Con solitario gol del volante Gilberto Baires de penal a 16 minutos del final, Platense derrotó 1-0 a un combativo Municipal Limeño en el cierre de la jornada 13 del torneo Clausura 2022.

Bajo un calor intenso, Platense y Municipal Limeño nos regalaron un partido abierto, alegre a los ojos del poco público que llegó al estadio viroleño para acompañar a ambas oncenas (efecto del clásico de España) y en donde los dos equipos jugaban sus propias finales.

Limeño salió resguardado a esperar los embates del local que desde el pitazo inicial del juez Filiberto Martínez se abalanzó sobre la portería norte defendida por el guaraní Sandro Melgarejo.

El orden atrás por parte del equipo de Carlos Romero impedía que Platense encontrara la fórmula para abrir el cerco defendido, encabezado por el colombiano Yosimar Quiñónez, acompañado muy bien por Rudy Batres Valencia, en su nuevo rol como lateral derecho, mientras que Arévalo en el centro y Méndez por la izquierda complementaba la zaga auriazul.

Gilberto Baires falló el 1-0 a los nueve minutos de partido cuando su remate de derecha, tras la asistencia del cafetero Camilo Delgado, salió pegado a la base del poste derecho de Melgarejo con fortuna.

Limeño tuvo su primer chance al 14' en piernas de Edwin Sánchez cuando remató el pase de Arboleda, pero Manuel González evitó con su atajada el gol.

Dos minutos después la fortuna salvó al Platense cuando una asistencia de "Inter" Sánchez hacia Arboleda terminó en el centro del atacante sureño que pasó por todo el área pequeña de los locales y no encontró la barrida de Javier Lezcano quien se lanzó segundos después que el balón saliera por el poste izquierdo.

Ya el partido en 20 minutos estaba parejo y cualquiera de los dos equipos podía abrir en cualquier momento el marcador.

El partido decayó en su intensidad tras superar los 25 minutos de juego ya que las propuestas viroleñas desaparecieron ante la pasividad de un Limeño que buscó hacer daño en la contra.

Al 36' los locales acariciaron el gol con el tiro libre de Juan Barahona por falta sobre Gilberto Baires, pero su zurdazo apenas pasó cerca del travesaño ante el vuelo del portero paraguayo de los orientales.

De nuevo Melgarejo salvó al Limeño al 39' al mandar sobre su portería el frentazo de Camilo Delgado de manera espectacular.

El primer tiempo finalizó con Limeño metido en la parcela sur de los locales pero si ese plus necesario para anotar.

Y LLEGÓ EL GOL

El segundo tiempo comenzó sin cambios en los 22 protagonistas pero con el mismo ímpetu que nos regalaron al inicio del partido,  con Platense inmerso sobre la parcela santarroseña en procura del gol.

Pero la expulsión al 52' del contención y capitán de Platense, Steve Alfaro, por mirar que segunda tarjeta amarilla en el partido de una forma burda le cambió los planes al técnico Memo Rivera y fue además un balón de oxígeno al rival.

Fue por ello que el técnico de los viroleños buscó en Melvin Alfaro y en Francisco Escobar recomponer sus líneas, eso pese a los reclamos de los aficionados locales, insatisfechos por las salidas tanto del cafetero Delgado como de Barahona.

Al 71' se produjo la jugada del penal a favor de Platense luego que un balón hacia Wilmer Novoa por la banda izquierda terminó en la carta de Yosimar Quiñónez para que el juez Filiberto Martínez señalara el punto penal.

Tras los reclamos de los jugadores orientales, llegó Gilberto Baires quien al 74' anotaba el ansiado 1-0 pese a que el portero Melgarejo arañó el balón que se le coló pegado al poste derecho de su meta.
Carlos Romero intentó con el arribó de Kevin Sagastizado y de Nicolás Muñoz emparejar un partido que había manejado para el empate.

Javier Lezcano pudo al 79' haber empatado el partido pero su cabezazo pasó saludando el poste izquierdo de la portería de Meme González.

Los cinco minutos que el juez Filiberto Martínez concedió como tiempo compensatorio parecieron eternos para la afición viroleña ya que las llegadas sobre su portería norte eran constantes.

Buen triunfo para Platense que asalta el sexto lugar en la tabla general, mientras que Limeño, pese a la derrota, sigue convencido que aún no lo pueden señalar como descendido.