El Parque Zoológico Nacional ha estado prácticamente “abandonado” por parte de todos los titulares que han dirigido la Secretaría de Cultura de la Presidencia (SECULTURA). Fue hasta la noche del domingo 26 de febrero de 2017, fecha en que murió el hipopótamo “Gustavito” -después de varios días de agonía-, que el zoológico y SECULTURA vieron la necesidad de tomar decisiones radicales en el parque.
“Tal vez la atención (al zoo) no había sido buena de parte de los titulares. (Esa muerte) Nos hizo darnos cuenta que necesitamos intervenir de manera más consciente en la transformación del zoológico. Para mí eso inicia en 2009, con la decisión de ya no comprar animales”, ha dicho, como si de una confesión se tratara, Silvia Elena Regalado, secretaria de Cultura.
Pero, más allá de las polémicas en las que ha estado envuelto en los tiempos recientes, el parque ha visto crecer varias generaciones de niños que ahora llevan en sus memorias más de algún preciado recuerdo de su visita. Esta es la historia de cómo inició el hogar de la fallecida elefanta Manyula.
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