
El sacerdote, que fue dimitido del estado clerical por la acusación, dijo que con esto finaliza un capítulo de su vida y que no siente rencor contra quien lo difamó.
Isaí Ernesto Mendoza, de 36 años de edad, pidió disculpas públicamente al sacerdote Antonio Molina por difamarlo y calumniarlo con falsas acusaciones de abuso sexual, amenazas e intento de homicidio.
Las disculpas las presentó en el Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador donde este martes se llevó a cabo la audiencia especial de conciliación.
“Quiero pedirle una disculpa pública por las declaraciones que di falsamente ante el arzobispado. Todo lo que dije es falso”, dijo Mendoza.
Con la audiencia de hoy se pone fin a la demanda que el sacerdote entabló contra Mendoza, quien mintió diciendo que Molina había abusado sexualmente de él cuando era un adolescente y formaba parte de su grupo de acólitos en Panchimalco.
“Me siento como desde el inicio, pues, inocente. Contento también, no puedo mentir que me siento satisfecho. Doy gracias a Dios que terminó toda esta historia. Todavía no sé qué viene pero ya lo afrontaré con mayor paciencia y serenidad. Lo que sí creo que vale la pena es que sepas que yo no tengo odio, ni rencor, ni deseos de venganza con nadie”, manifestó el religioso ante los medios de comunicación.
“Hoy estoy terminando este capítulo de mi vida y quiero agradecer a los medios si pueden difundir”, agregó.
Molina había solicitado como condición para conciliar con el demandado que este se retractara de sus acusaciones, que pidiera disculpas, que reconociera la mentira ante los medios de comunicación y que se informara al arzobispo de San Salvador sobre el caso.
Las falsas acusaciones le costaron a Molina sus derechos y deberes como sacerdote de la Iglesia Católica, tras ser condenado personalmente por el papa Francisco mientras estaba a cargo de la parroquia en Panchimalco.
Al sacerdote conoció esa decisión el 1 de noviembre de 2016 de parte del arzobispo de San Salvador José Luis Escobar Alas, quien leyó la carta del papa y le aclaró que “la máxima decisión no admite recurso alguno, es inapelable”. “No sé si el señor arzobispo va a subsanar el daño que me causó”, dijo Molina este martes.
Molina también fue acusado falsamente por unas gemelas en Panchimalco que ahora tienen 35 años. Ellas aseguraron que habían sido abusadas cuando tenían 11 años. También se retractaron por medio de documentos escritos que están en poder de la iglesia, dijo Molina.
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