La niña de cinco años que resultó herida de bala durante el asesinato de su madre en Nejapa está fuera de peligro y respira sola, sin el apoyo de la máquina con la que lo hizo el lunes y el martes, informó el doctor Roberto Trejo, jefe de residentes de Cirugía del Hospital Benjamín Bloom.
La menor, que sufrió seis perforaciones por arma de fuego en su cuerpo, sigue hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos, pero está consciente.
Los médicos le administran antibióticos para evitar que adquiera infecciones.
La situación actual de la niña refleja un avance, pues tiene un orificio en la zona del cuello. Esa lesión le desgarró la yugular interna, vena que irradia sangre al cerebro, la cara y el cuello, según la literatura médica. Ese proyectil le salió por el tórax y la lesión le generó una hemorragia pulmonar, por lo que tuvo que ser operada, aseguró Trejo.
La menor se encontraba de visita en casa de su madre cuando resultó lesionada. Desde hace dos años está bajo la custodia de su padre y solo visitaba a su madre los fines de semanas.
Pasados los primeros días de enero, el Hospital Bloom ha brindado asistencia médica a dos niños lesionados por arma de fuego.
El 1.º de enero, en ese centro médico fue atendido un niño de 11 años que recibió dos impactos de bala en el tórax.
Extraoficialmente se conoció que el pequeño sufrió las lesiones de bala cuando su padre realizaba la compra de una motocicleta, en Chalatenango.
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