Los trabajos de demolición de lo que fue la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) avanzan y, en estos momentos, solo parte de la primera planta queda de pie.

Con ayuda de dos Bob Cats se evacúa el ripio y material que ha sido demolido en la segunda planta. Las gradas que daban acceso desde la entrada principal hacia la segunda planta del edificio se observan desde la plaza Gerardo Barrios.

Los encargados del proyecto, personal de la República de China, patrullan y supervisan el trabajo desde todos los ángulos.

La parte frontal del edificio aún muestra lo que fue la obra, pero al costado sur y oriente, así como al poniente, parte de lo que fueron las paredes solo son, hoy, trozos de concreto y hierro.

En el terreno que quede luego de la demolición se construirá una nueva biblioteca, que en gran parte se hará con dinero donado por China y una pequeña parte la aportará el gobierno de El Salvador.

Son más de $50 millones de dólares los que se invertirán en la obra. Con ayuda de inmensas grúas se evacúan vigas y hierro, el cual ha sido acumulado al costado sur del exedificio.