
Camino a la Costa del Sol encontré este lugar bañado por el Estero de Jaltepeque, un bosque de mangle es su horizonte, verde grama es su piso y con capacidad para recibir a 15 personas. Una franja de tierra privilegiada que recibe agua dulce y salada.
fauna La mezcla de árboles y palmeras hacen de este paisaje tropical único en nuestro país.
Se trata de una construcción familiar, equipada para recibir a los suyos. Cada habitación con aire acondicionado crea su propio ecosistema. Estamos sobre el litoral y por momentos la temperatura subió a los 35 grados.
Una manzana es su extensión, su piso: verde grama que se sacrifica para ofrecer frescura, un esmerado paisaje para atender a los que visitan. La naturaleza se desarrolla a lo largo de Las Gaviotas, árboles frutales de varias clases incluso un mango-ciruela que por estos días deja caer sus frutos sazones.
En un extremo, me llamaba el gris del estero, circulando en silencio en su camino al mar. Kilómetros de viaje son su camino para encontrar el final.
Me acerqué en silencio a la glorieta Gaviotas, los pescadores patrullaban el afluente, expectantes, atentos, en busca de los frutos del mar que arrastra la corriente.
Desde Las Gaviotas por unos momentos me uní a su búsqueda a través del laberinto del mangle, ellos conocen este sitio, cada corriente, cada sube y baja de la marea.
Son extraños en un mundo de gris y de verde. Los pescadores, impulsados por piezas de madera corroída, desde arriba, eran puntos en el firmamento gris, casi como los peces que ellos mismos buscaban.
Miré hacia el oriente, el agua dulce del Estero de Jaltepeque desciende desde allá, hasta caer en picada en la bocana. Barquitos ofrecían tours por el lugar.
Sentado en mi glorieta viendo pasar el día pensé ¿qué secretos aún esconde el mangle que solo el sol se atreve a visitar? caminos inventados por el agua de río, arterias del afluente sin fin.
De pronto un estruendo irrumpió la calma que el bosque de mangle regalaba, ese sonido característico me hizo volver a la realidad de la era moderna, un potente avión surcaba la tarde en el litoral, regalando estampas sin quererlo.
Volví la vista a Las Gaviotas, el lugar del que partí, sus colores más encendidos por la acción del sol de media tarde.
LA COSTA DEL SOL
Desde aquí el elemento más grande me llamaba era el océano. La costa del sol finaliza por estos lados, castigando mansamente la tierra con el ir y venir de las olas.
Desde el aire se encuentran los tres caminos, dos de ellos naturales y el más discreto el camino de asfalto hecho de forma artificial en una competencia que está perdida.
Estero de Jaltepeque
El estero acariciando el mangle, esculpiendo islas de bosques sin fin en hectáreas del verde más puro que nos queda.
Mientras que el mar siempre será eterno, el elemento indomable que encanta e impone con sus idas y vueltas sin fin.
Lo vi todo sentado en una glorieta desde un lugar privilegiado, al que baña la parte más pura del Estero de Jaltepeque donde llega a visitar el mangle y que sirve de frontera entre su agua dulce y la fuerza intempestiva de la Costa del Sol.
DATOS DEL LUGAR VISITA CASA DE PLAYA LAS GAVIOTAS
Ubicada en Costa del Sol. La Herradura, La Paz, El Salvador
CONTACTOS
Facebook: Casa de Playa Las Gaviotas,
TELÉFONO:
7160 0546
ATRACTIVOS
Puedes alquilarla para grupos familiares, entre amigos, rodeados de un ambiente tropical y acogedor.
1
hora aproximadamente es el recorrido desde San Salvador.
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