
Así como brindarle una buena nutrición es esencial para el crecimiento de tu hijo, proporcionarle espacios de juego es fundamental en su desarrollo emocional. Jugar con los hijos es un pretexto ideal para orientarlos, resolver sus dudas, enseñarles a controlar sus emociones y ayudarles a interiorizar valores.
Reglas de oro para jugar con tus hijos
El juego es la manera en la que los niños aprenden de forma natural, desarrollan la creatividad y la autonomía, refuerzan la imaginación, interiorizan valores, aprenden a confiar en sí mismos y a relacionarse con los demás. En otras palabras, es el vehículo a través del cual se conectan con el mundo: un niño que juega es un niño sano, seguro y feliz.
Pero los beneficios del juego no solo son para los niños. Al hacerlo, como padre o madre, refuerzas vínculos de confianza y lazos afectivos con tus hijos y logras acercarte a ellos y conocerlos de una manera que no permite ninguna otra actividad. Además, jugar con los hijos es un pretexto ideal para orientarlos, resolver sus dudas, enseñarles a controlar sus emociones e interiorizarles valores.
No impongas el juego
Permite que sea tu pequeño quien decida libremente qué quiere jugar.
No importa si se trata de lo mismo de siempre
Deja que tus niños disfruten y repitan la rutina del juego cuantas veces quieran pues es así como resuelven situaciones o inquietudes.
No controles a tus hijos cuando estén jugando
Déjalo experimentar y usar su creatividad. Recuerda que cuando juegan ellos construyen nuevos mundos.
Si se trata de explorar, no trates de estar detrás de ellos todo el tiempo
Mejor bríndales un espacio seguro para que jueguen tranquilos.
Recuerda que no necesariamente el juguete más caro es el que más les divertirá
No trates de compensar tu ausencia en el juego comprando este tipo de objetos. Tu compañía y tu creatividad pueden ser su mejor fuente de diversión.
No interrumpas bruscamente el juego
Hay que respetarles a los niños sus espacios porque para ellos, sus juegos son actividades realmente serias. Explícales a los pequeños que pronto deberán terminar para cambiar de actividad. La actitud de un niño será muy diferente si le dices que puede jugar un rato más y que luego irá a comer, que si le quitas el juego abruptamente con lo que se armará el caos.
Recuerda que hay momentos del desarrollo infantil en el que los juguetes no tienen sexo
Esa es una pregunta frecuente de los padres en los consultorios de los pediatras. Si un niño, por ejemplo, juega con muñecas no quiere decir que tenga una inclinación sexual femenina.
No olvides que el tiempo no es una excusa para no jugar con tus pequeños
No tiene que ser mucho. Bastan de 10 a 15 minutos de calidad, con tu total atención, voluntad y disposición para hacer feliz a un niño.
Fomenta el juego al aire libre
Crea planes para pasar una mañana o una tarde en el parque, revive juegos de antaño como las escondidas y la golosa, etc.
Aprovecha para enseñar valores
Cada oportunidad de juego para enseñarles valores como el trabajo en equipo, la tolerancia, el juego limpio, la sana competencia, la honestidad, la perseverancia, la confianza, la empatía y la responsabilidad, entre otros. Así mismo, enséñales a controlar emociones propias del juego como la frustración.
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