
El Gobierno retoma el control por las malas.
Dos muertos y 69 heridos dejó un ataque de policías antimotines y paramilitares en la ciudad de Masaya, al este de la capital de Nicaragua, y en el vecino municipio de Ticuantepe, informó Alvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.
Leiva explicó que dos personas murieron y 32 resultaron heridas, varias de gravedad, en el ataque a Masaya, que todavía continúa. Otras 37 fueron heridas de bala cuando las fuerzas del Gobierno desalojaron un tranque (retén) en Ticuantepe, a 14 kilómetros al este de Managua.
Los ataques comenzaron muy temprano en la rotonda de Ticuantepe, 14 kilómetros al sur de Managua y sobre la carretera que conduce a la vecina ciudad de Masaya, declaró a dpa Marlin Sierra, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh, independiente).
Fuerzas antimotines y civiles fuertemente armados dispararon a los manifestantes en barricadas sobre la carretera a Masaya desde unas diez camionetas, añadió, citando reportes de ciudadanos.
Por su parte, el canal 15 de televisión informó que los policías también lanzaron gases lacrimógenos sobre grupos de mujeres y niños que salieron a las calles a sonar cacerolas en apoyo a los manifestantes.
Sierra dijo que la Policía logró "limpiar" de retenes y barricadas la ruta de acceso y los alrededores de Masaya, ciudad de unos 300.000 habitantes que permanece hace un mes bajo control de los manifestantes y que podría ser objeto de un "ataque inminente".
Los directores de ANNPDH y Cenidh instaron a evitar un "baño de sangre" que ocurriría si la Policía y los paramilitares lograran irrumpir en Masaya. Ayer, dirigentes de la protesta en esa ciudad advirtieron a la prensa que temían un gran ataque.
En su cuenta de Twitter, el obispo católico Silvio Báez escribió más temprano: "Me informan que en el hospital de Masaya ya hay dos heridos en tórax y abdomen y alguno más por ataques en las cercanías del Coyotepe. ¡Paren el ataque a Masaya! ¡Respeten la vida de la población!"
Báez también instó a los habitantes de Masaya a resguardarse rápidamente en sus viviendas y no enfrentar a las fuerzas gubernamentales en caso de un ataque.
Los hechos ocurren a dos meses del inicio de una rebelión cívica contra el presidente Daniel Ortega, el pasado 18 de abril, que según la ANPDH ha dejado hasta ahora 215 muertos y más de 1.400 heridos, en su gran mayoría jóvenes y estudiantes. El Gobierno reporta 46 fallecidos.
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