
Querer minimizar o trivializar este evento es ser ciegos al frágil episodio democrático que estamos atravesando como país.
Gumercindo Ventura - Economista salvadoreño radicado en Chicago, Estados Unidos
Construir país puede tomar generaciones. Con trabajo, y un poco de suerte, una administración tras otra puede aportar un poco para ir avanzando. Muchos pensamos que lo que en El Salvador ha tomado más de dos décadas en construir, en términos de Estado de Derecho y respeto a las instituciones, estaba muy bien cimentado.
Como república joven hemos celebrado muchísimas elecciones libres, tanto presidenciales como legislativas. Hemos logrado hacer la transición entre guerra y paz, entre distintas aritméticas legislativas y entre presidentes de derecha y de izquierda. Todo siempre amparado en las leyes y en la Constitución. Y, aunque hayamos tenido episodios (muchos todavía recordamos el famoso decreto 743) en los cuales se ha puesto a prueba la institucionalidad, nada ha llegado a ser tan dañino como lo que pasó en el Salón Azul el domingo pasado.
Leer opinión completa en: Apesta
Mensaje de response para boletines
Comentarios