
Las cejas recién sometidas a un tratamiento de microblading se ven más oscuras, hasta el tercer día, cuando se puede perder hasta un 40 por ciento de la tinta. La intensidad definitiva de las cejas se verá después de 10 días.
Según la maquilladora Bea Palma, quien realiza este procedimiento, el microblading no se ha masificado aún en Chile, pero es cada vez más solicitado. Explica que se trata de una alternativa a la micropigmentación, procedimiento que lleva cerca de una década en uso. Se usa una máquina que se inserta tinta en la piel a un nivel profundo. Si bien su resultado es más permanente, también es menos definido y sin volumen. "El microblading, en cambio, es un método natural, lo que asegura que sea menos doloroso, menos traumático para la piel y de trazos muy precisos", asegura.
Quienes realizan el microblading introducen pigmento en la piel a nivel muy superficial. El objetivo es "dibujar" pelos, para rellenar cejas, cubrir cicatrices y crear un efecto de levantamiento de párpados. También se usa en casos de alopecia (pérdida de pelo) en las cejas.
"Además, puede favorecer la definición y protagonismo de las cejas, para proporcionar el marco ideal a los ojos", acota Palma.
Bethany Wolosky, tatuadora cosmética establecida en la ciudad de Nueva York, acota que al buscar quien haga este trabajo se deben pedir fotos de trabajos previos y hablar con personas que ya lleven un tiempo con sus cejas trabajadas. "Las recién tatuadas casi siempre se ven hermosas", advierte.
También es importante acudir a lugares de confianza, que cumplan con todas las regulaciones del Ministerio de Salud, y donde los profesionales cuenten con la certificación correspondiente.
Wolosky también aconseja preguntar siempre por posibles alergias antes de comenzar el tratamiento: lo ideal es que los profesionales usen pigmentos hipoalergénicos, con base mineral, pero en algunos casos hay trazos de níquel que pueden generar reacciones.
El tipo de piel de cada persona es otro factor a considerar: el trabajo del microblading resulta mejor en individuos con piel normal o seca. Cuando se realiza en piel grasa, tiende a tener un aspecto menos definido. Palma agrega que es importante comunicar si se sufre de fragilidad capilar o de hipersensibilidad, lo que puede afectar el resultado.
Usualmente el procedimiento consta de dos sesiones; la primera demora 2 a 3 horas. Esto porque se deben conversar todas las dudas y explicar bien el procedimiento, además de realizar un diseño de las cejas, acorde a las facciones de cada persona. Solamente una vez que la clienta aprueba el diseño, puede comenzar el trabajo propiamente tal, que demora entre 90 minutos y dos horas y media. En la segunda sesión, el objetivo es revisar la evolución de los pigmentos, retocar algunos trazos que hayan perdido tinta y agregar algunos donde haga falta. Ambas sesiones deben realizarse idealmente con 6 semanas de diferencia.
El efecto dura entre un año y medio y tres; influyen aspectos como la exposición excesiva al sol o la práctica de deportes con mucha sudoración. En general, hay que retocar cada 9 a 18 meses, dependiendo del color y tipo de piel, además del estilo de vida de cada persona.
"Si el color no fue del gusto de la clienta y lo encuentra, por ejemplo, demasiado oscuro, lo ideal es esperar que se reduzca el color del pigmento gradual y naturalmente", explica Bethany. Si le pareció muy claro, sencillamente se puede retocar y corregir en una próxima sesión.
Con todo, es importante tener claro que las cejas recién sometidas a un tratamiento de microblading se ven más oscuras, hasta el tercer día, cuando se puede perder hasta un 40 por ciento de la tinta. La intensidad definitiva de las cejas se verá después de 10 días.
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