
La moneda de cambio real, en estos pactos propuestos, era esa, el control de territorio. El dinero no fue más que el aditivo.
Héctor Silva Ávalos
Todos las condenaron ante el micrófono, casi siempre en campaña electoral. Todos las utilizaron para presentarse al respetable votante como los más duros de los duros. Todos vendieron que exterminar a las pandillas y la inseguridad que generaban iba a ser marca de sus gobiernos. Todos lucraron políticamente de ellas. Todos mintieron.
Leer opinión completa en: Pandillas: cuento de políticos cobardes
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