La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica la epidemia de tabaquismo como una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. De acuerdo a sus estimaciones, este producto mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno.

Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, este año la campaña lanzada por la OMS gira en torno al tema: "El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente", y busca visibilizar dicha problemática y el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo y producción hasta su distribución, sin olvidar los residuos que genera.

Los impactos del tabaco a la salud son bastante graves, por mencionar algunos: a nivel de la sexualidad puede causar disfunción eréctil e infertilidad; también es un factor de riesgo para el desarrollo de más de 20 tipos de cáncer, entre ellos: pulmón, laringe, boca, mama, colorrectal, entre otros.

La OMS detalla que los fumadores corren un riesgo 22 veces más elevado que los no fumadores de sufrir cáncer de pulmón en algún momento de su vida. A nivel de enfermedades cardiovasculares, los fumadores tienen hasta el doble de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y el cuádruple de sufrir cardiopatías.

Fumar también es un factor de riesgo para la demencia y otros trastornos que ocasionan deterioro en la función mental, debilita el sistema inmunitario y provoca trastornos gastrointestinales.